
Carmen Delia nos regala un Diario escrito por una muñeca alemana que llega a tierras merideñas donde consigue una madre y un hogar. La escritora tovareña se difumina en páginas hablando como Maruja, con voz filial, detonando emociones en cada línea y expresando lo profundo de su alma y sus deseos de ser amada.
Maruja, observadora y callada nos cuenta sus más profundos sentimientos y pensamientos con una preciosa poesía, acompañando a Delina desde su niñez hasta su etapa adulta, viaje que recorre rincones merideños, paisajes y costumbres, personajes amenos llenos de recuerdos, nostalgia y usos cotidianos.
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